Desde el día en que me enteré de que se iba a realizar una nueva adaptación de la excelente novela de terror IT, me inundó una curiosidad llena de desconfiaza. Tras ver los primeros trailers me di cuenta de que no estaba ante un nuevo proyecto chapucero como son numerosas cintas basadas en obras del maestro King. Tras la avalancha propagandística tenía el hype por los cielos. Así que llegado el día de su estreno un servidor ya la ha visto. Vale que puede no ser una obra maestra, pero sí que puedo asegurar que está en el selecto grupo de las mejores adaptaciones de este autor, como La milla verde, Cadena perpetua, La niebla, Carrie, Misery o El resplandor. Y lo más recalcable es que la cinta tiene una duración extensa, nada menos que 135 minutos, pero se me han pasado volando y me he quedado con ganas de más. Espero con ansias esa segunda parte.
Empecemos. Está basada en una novela de 1.500 páginas, repletas de información, personajes, saltos cronológicos... En mi opinión una historia difícil de plasmar en la pantalla grande. El acierto del director argentino Andrés Muschietti ha sido concentrar en dos películas lo contado en la novela. Una primera parte, la que ahora nos ocupa, nos muestra las aventuras de los jovenzuelos protagonistas; y una futura segunda parte, que nos contará el regreso a Derry, 27 años después, de los mismos carismáticos protagonistas.
El guión es bastante lineal, con una primera escena arriesgada y brutal. Es verdad que a la cinta le cuesta situarse, no por ritmo, ya que comienza con sustos efectistas y bien lucidos. Pero este tipo de terror moderno ya lo tenemos hasta en la sopa. Y ese es su principal problema de arranque: la falta de una puesta en situación. Un mayor desarrollo del pueblo y de sus habitantes y una explicación más exhaustiva de la maldición que se cierne sobre la localidad le habría proporcionado mucho más encanto. Pero esto se olvida nada más se forma la cuadrilla de los perdedores. El potencial de este grupo es extraordinario, con unos diálogos ingeniosos y divertidos. Los siete miembros del grupo deslumbran con una química y verosimilitud radiantes, parece que se conocen de toda la vida: están cómodos, sueltos, siendo ellos mismos y recordándonos el gran tesoro que es la infancia, esos descubrimientos, sentimientos y miedos que todos hemos vivido. Mientras la cuadrilla permanece unida todo transcurre como la seda y con la amistad como pilar central nos perderemos con ellos en lugares oscuros y tenebrosos.
Estaréis pesando: ¿y como película de terror cumple? A medias, diré, porque tiene sus momentos de intriga y tension, pero es un fiel reflejo del terror actual de blockbuster: trucos efectistas de sonido y juegos de cámara demasiado previsibles. Los jóvenes es posible que disfruten con ello pero a mi personalmente me ha faltado un terror más ingenioso, de ese que te atrapa y te hace pasarlo mal más por lo que no vemos que por lo que se deja ver.
Ahora me toca hablar del otro gran protagonista: Penynwise. Sí, el payaso cabrón. Todos nos acordamos de Tim Curry con kilos de maquillaje, que sin grandes efectos, acojonaba que daba gusto.
Este más moderno antagonista, al que da vida Bill Scarsgard, tiene sus pros y sus contras. Cada vez que sale se hace con la función pero se echa de menos un maquillaje más real, no una mezcla entre látex, pintura y añadido digital. Quiero destacar los ojos, se salen por todos los costados, y no se trata de efectos especiales, es un prodigioso regalo de Scarsgard: una mirada sin un enfoque concreto, que transmiten una maldad infinita. Atentos a esto en la escena de la alcantarila, qué mosqueo, por Dios. Como punto negativo hay que señalar el exceso de apariciones de nuestro antagonista, que hace que nosotros mismos, como los propios protagonistas, vayamos perdiéndole el miedo, siendo curiosas dichas apariciones pero pecando de repetitivas. En lineas generales cumple muy bien con su cometido: transmitir desasosiego con su presencia. También hay que tener en cuenta que ha llovido mucho desde el estreno de su antecesora y nuestra percepción del miedo es totalmente diferente.
Por hablar un poco del reparto solo puedo decir que es perfecto el trabajo de casting. Va a haber que estar atento a estas futuras promesas.
La producción está muy cuidada, se nota el cariño en cada imagen. La banda sonora nos mantiene en tensión y los pequeños detalles hacen que creamos estar en los años 80 (un puntazo las cartelera del cine del pueblo).
Una película con un algo especial. Es verdad que en su faceta de cinta de terror es donde más flojea pero es intrigante y está llena de carisma. Recuerda mucho a Los Goonies, Cuenta conmigo, Super 8 o la novedosa Stranger Things. A destacar esa maravillosa cuadrilla de perdedores.
Cuando empiezan a desaparecer niños en el pueblo de Derry (Maine), una pandilla de amigos lidia con sus mayores miedos al enfrentarse a un malvado payaso llamado Pennywise, cuya historia de asesinatos y violencia data de siglos. Adaptación cinematográfica de la conocida novela de Stephen King It.